PESCANDO LUBINA DESDE LA COSTA ASTURIANA
Este magnífico pez tiene todos los requisitos para ser considerado el paradigma del pez deportivo. Es fácil capturarlo con cualquier técnica y en cualquier parte de nuestro litoral durante todo el año. Puede tener buen tamaño y es bastante agresivo. Acostumbra a nadar por las costas rocosas y por los arenales, las zonas de estuarios, los puertos y dársenas. Suele entrar por las rías ya que le encanta el agua dulce donde encuentra su alimento. Si queremos pescar lubinas, debemos buscarlas a poca profundidad casi en la superficie y con buen movimiento de olas, espuma y remolinos porque necesita mucho oxígeno.
Las jóvenes se desplazan en bancos, las adultas en parejas.
Cuando se pesca un gran róbalo, debemos tener en cuenta que muy cerca anda su pareja. Su fidelidad es tal que cuando se pesca una de ellas, la otra andará buscándola por la zona varios días.
La mejor temporada para su captura son los meses fríos. En el Cantábrico la mejor época es cuando entra la angula en las rías ya que para ellas es un verdadero manjar y las persiguen desde el Mar de los Sargazos que es donde las anguilas frezan. Sus crías (las angulas) se desplazan formando unas enormes e impresionantes bolas para protegerse de los depredadores entre los que se encuentra en un lugar muy destacado la lubina.
El Róbalo es un pez muy astuto, por lo que el cebo sea cual sea que hayamos elegido, debe ser colocado de la forma más natural posible porque su desconfianza la llevará a huir rápidamente si nota alguna anomalía en el mismo, o bien pasará olímpicamente de él. Debe ser abundante porque es un pez muy voraz que le gusta un buen bocado.
Al amanecer y al caer la tarde son los mejores momentos para su pesca…aunque se han sacado buenos ejemplares a mitad del día o de la noche. ( Ya saben cada uno cuenta la feria, según le va en ella)
La lubina es muy ágil y rápida cazando. Persigue los bancos de sardinas, chicharritos y todo pez pequeño que se pone a tiro. Los lanzones, pixilines o llongarones- son unos pececillos que se acercan a desovar en los arenales – son exquisitos para ellas.
Con la mar tranquila y clara, prefieren alimentarse en los roqueros que sobresalen del mar lejos de la costa donde cazan cangrejos y moluscos y todo tipo de pececillos.
Asombra ver el tamaño de los cangrejos que es capaz de tragar una lubina de tamaño mediano con sus pinzas y todo.
El calamar, chipirón, tiras de abadejo bien presentado, anguila, trucha viva (arco iris y comprada en piscifactoría. Debemos tener a mano la factura de compra para evitar problemas con la autoridad). Son de lo más eficaces para la pesca de los grandes especimenes.
No desdeña para nada, todo tipo de xorras si – como ya he dicho- están puestas de forma natural y en una gameta bien larga para que tenga buena movilidad.
Otro cebo de lo más interesante es la pata pulpo. Peladita y bien blanca nos aumentará las posibilidades de coger una buena pieza. La pata de pulpo tiene un olor muy atrayente y al tener alto contenido de fósforo será casi luminiscente y lo verán desde una gran distancia. Especialmente interesante para pescar por la noche.
Por supuesto si el pulpo ha sido cogido en la misma zona de pesca aumentará aún más las posibilidades. Cuando se pesca lubina con pulpo, se corta 6 ó 7 cm. de pata por la parte más gruesa desechado la más delgada. Con la aguja que usamos para ponerlas sardinilla o el lanzón y con el mismo método la colocaremos en el anzuelo asegurándonos que la punta y la muerte del mismo quede asomando. Si vemos que no nos queda lo suficientemente fijo la ataremos un poco con hilo de licra.
Si pescamos en playa no necesitamos hacer grandes lances. Donde rompen las olas es lo ideal. Seguro que en alguna ocasión cuando os metéis en el agua para lanzar os ha pasado alguna lubina junto a los pies.
A diferencia del xargo que da fuertes tirones cuando se siente prendido y si puede se mete entre las piedras, la picada de la lubina se manifiesta doblando la caña continuamente arrancando en dirección al mar a gran velocidad como si nuestra vara fuera enganchada por una” fuera borda”. De ahí lo interesante de dejar el carrete lo suficientemente flojo para que pueda sacar hilo sin romperlo pero que salga con algo de dificultad para que se canse pronto de tirar. Bueno, debemos tener en cuenta que es muy sensible al dolor y si está tragada antes de dar la batalla vendrá en nuestra dirección intentando atenuar el daño que le hace el anzuelo. Si pica, debe coger el cebo con confianza, sin notar ningún tipo de tensión.
Debemos tener la suficiente sangre fría para dejarla irse hasta que se canse cerrando poquito a poco el carrete para que su esfuerzo sea mayor. Se suele entregar bastante pronto. Se cansa rápido de ahí la importancia de trabajarla con inteligencia –dejándola ir y volviéndola a traer cuantas veces sea necesario hasta que esté rendida.
Hay infinitas maneras de pescar lubinas. Y montones de modos de hacer aparejos y colocar cebos. Un montón de historias y anécdotas sobre este maravilloso pez.. Seguiremos hablando de la lubina y trataremos esos temas.
Y al final, por qué no decirlo, su carne es de lo más valorada dado su sabor y textura y lo poco que se comercializa. Hoy, a la venta están las de piscifactoría que viene principalmente de Marruecos y cuyo sabor es más insípido y su carne menos firme pero que está a un precio mucho más asequible.
Bueno, hasta otro día ¡¡salud y buena pesca!!